Se trata de una intervención enmarcada en las obras de urbanización de la zona y consisten en una nueva línea de abastecimiento de agua que va a triplicar la capacidad de conducción y de abastecimiento del servicio. “Estamos creando un nuevo cinturón de seguridad para el pueblo, de manera que si hubiera una avería agua arriba pudiéramos derivar el agua a la otra parte del pueblo sin sufrir cortes de agua y, por supuesto, estamos dándole esa capacidad extra al municipio de cara a los nuevos desarrollos urbanísticos que puedan presentarse en el futuro”, ha explicado el concejal de Urbanismo.

 

Las obras, que conllevan casi dos kilómetros de canalizaciones, las está ejecutando una empresa privada y se están agilizando al máximo “para evitar en lo posible las molestias a la ciudadanía”, en palabras de Canalejo. Del mismo modo, el concejal ha subrayado que se trata de una intervención con la que se da respuesta a numerosos escritos de vecinos de esta zona que demandaban una solución a los problemas con el suministro y las averías.