Linarejos lucirá más verde que nunca en la segunda jornada de la Liga de Primera División RFEF, cuando el cuadro azulillo realice su estreno en la nueva competición y categoría, que se corresponde con la tercera más importante del fútbol español. Un solo escalón por debajo del fútbol profesional, los azulillos y el consistorio de la ciudad han realizado un esfuerzo descomunal para estar en una competición que se ganaron el pasado año a pulso, con coraje y mucho corazón, aunque la Segunda División se quedara a un suspiro tras una mala tarde en el play off de ascenso. Con los recursos necesarios y propios de una entidad modélica, ejemplo de otros clubes, el Linares Deportivo podrá ver en unas semanas cómo el césped queda colocado después del arreglo del sistema de drenaje y de riego para toda la superficie. Una operación que se ha realizado en tiempo récord para cumplir con la normativa que impone la RFEF. Lo mismo ha ocurrido con la iluminación, que también tenía que ser adecuada para la competición oficial.

Se bajara la posibilidad que el estreno no pudiera ser en casa, pero los operarios trabajan con la meta puesta en que sí se podrá jugar, como así entiende el club y se manifestó esperanzado hace unos días. En la reforma, por cierto, también se sumará la mejora de los accesos al estadio de Linarejos y otras actuaciones en un nuevo edificio que albergará las taquillas con vidrio laminado, según establece la propia normativa de la RFEF. Todo en orden y todo bajo las exigencias del organismo del fútbol nacional, que ha podido observar de cerca cómo el Linares Deportivo ha tenido la ayuda del consistorio de la ciudad para abordar una remodelación que supera los 500.000 euros. Una apuesta que subraya en mayúsculas, que Linares es una ciudad que ama y siente el fútbol; que se vuelca con los suyos y que ante ‘otras’ trabas está el corazón de una afición mucho más que fiel, que a buen seguro querrá darle el color sinigual que es el azul a las gradas de un estadio vetusto, pero mítico en el fútbol jiennense.