Redacción || 16 de enero de 2023

El joven deportista torrecampeño Julio Pancorbo finalizó el pasado sábado su décima Carrera Popular de San Antón para visibilizar la leucodistrofia que padece, una de esas enfermedades catalogadas como raras y que actualmente no tiene cura. Acompañado de su padre, tomó la salida y finalizó el recorrido de la 40ª edición de la popular cita deportiva de Jaén.

A sus 18 años, Julio tiene una gran experiencia como corredor y ha participado en la media maratón de Andújar, de Córdoba, ha corrido en Guarromán, en Linares, en Málaga, en Bedmar, incluso ha hecho el Camino de Santiago, entre otras cosas y siempre acompañado de su padre. Hace años su familia comenzó una campaña para conseguir una silla adecuada para participar en las carreras, la sociedad de Torredelcampo se volcó con ellos y consiguieron una silla adaptada a su situación para que el joven no perdiera una de sus mayores aficiones.

La de Pelizaeus Merzbacher es una enfermedad muy infrecuente, con una prevalencia de solo 1/400.000. Es una leucodistrofia —resultado de la degeneración de la grasa de la vaina de mielina que cubre las fibras nerviosas del cerebro y las glándulas adrenales— vinculada con el cromosoma X. La dolencia se caracterizada, entre otros síntomas, por retraso psicomotor, nistagmo —movimiento incontrolable e involuntario de los ojos—, hipotonía y contracción de algunos músculos. Por ello, la aparición de este mal condiciona la vida familiar y obliga a un esfuerzo especial para garantizar la atención y la calidad de vida de los afectados.