La actuación tenía lugar durante un control preventivo de seguridad ciudadana llevado a cabo en la A-4 cuando los agentes interceptaron una furgoneta procedente de Portugal que transportaba los moluscos sin documentación que acreditara el origen de la mercancía ni su aptitud sanitaria.

Ante las irregularidades observadas, se procedió a una inspección exhaustiva de la carga por parte de agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil, en colaboración con efectivos de Inspección Pesquera de la Junta de Andalucía, constatándose que la mercancía no reunía las condiciones sanitarias mínimas exigidas para su comercialización, por lo que fue declarada no apta para el consumo humano.

Por todo ello, se procedió a la inmovilización y posterior destrucción de la totalidad de la mercancía, conforme a la normativa vigente en materia de seguridad alimentaria y protección de la salud pública.