Malo de Molina, ilusión como base de juego

José María Malo de Molina es el nuevo entrenador del Urgavona C.F. Su fichaje se extenderá hasta final de temporada. Su currículum le avala el título de ‘salvador’. Sus ganas de ilusionar al equipo y al público, su motor para ganar.

Miriam Fleurs || 1 de febrero de 2023

La llegada a un sitio nuevo es siempre motivo de nerviosismo. De ese pellizquito en la boca del estomago que no deja ni tragar saliva. Si a todo eso se le suma el cargo de responsabilidad de sacar de la zona de descenso a un equipo, ese pequeño malestar en el cuerpo se intensifica.

Algo parecido debió de sentir José María Malo de Molina de Galán cuando pisó por primera vez el campo del Urgavona C.F. como nuevo entrenador. Su debut fue a los pocos días, contra el Mancha Real, en la Jornada 17. Un encuentro que sirvió como toma de contacto y le dio al equipo un único punto, pero que supuso el cañón que los catapultó fuera de la zona de descenso.

Se considera un enamorado más del fútbol. Torrecampeño de nacimiento, decidió estudiar Periodismo para especializarse en Deportivo y poder trabajar mientras disfrutaba de lo que más le gusta. Los años de esta profesión no son buenos, y cuando Malo de Molina se graduó eran peores. Pero este entrenador tenía banda para salir y reciclarse. Su vida dio un giro y decidió dedicarse a otra de sus pasiones: la historia. Por ello, aprobó las oposiciones de profesor de Secundaria y ahora mismo ejerce en un Instituto de Martos.

No obstante, el fútbol siempre ha estado muy presente en su vida, en unas etapas más vivo que en otras, pero siempre. Por ello, mientras opositaba, tuvo tiempo para sacarse el primer nivel de entrenador. Él asegura que fue «por mera curiosidad», pero lo cierto es que de alguna forma parece que su instinto le manifestaba que necesitaba el balón. Las prácticas le engancharon al mundo de los banquillos y desde ese momento no ha parado. Cuatro temporadas en las categorías inferiores del Real Jaén, cuatro temporadas en el Atlético Jaén y ahora en el Urgavona C.F.

Misión 1: crecer en la tabla

Su figura ha llegado al equipo de Arjona como el ‘salvador’. Desde el club lo eligieron precisamente a él para sacar al equipo de la zona de descenso. No solo por eso se le otorgaba ese título, sino porque la temporada pasada consiguió ascender al Atlético Jaén F.C. a Primera Andaluza. Era el candidato ideal.

Desde que tomó las riendas del equipo, los chicos de Malo de Molina han ganado tres partidos y empatado uno, el de su debut contra el Mancha Real. Como él mismo dice «aún es pronto para consolidar una forma de jugar, pero el mérito se lo deben llevar los jugadores, yo tengo un porcentaje de responsabilidad bajo».

Crear un modelo de juego conlleva tiempo, y precisamente de eso no disponía Malo de Molina. Su primer objetivo era competir y sacar puntos, «así que hemos primado el ser competitivos para poco a poco poder ir dándole pinceladas a  nuestra forma de jugar».

Según su punto de vista, este nuevo rumbo del equipo se debe al gran esfuerzo que han realizado los futbolistas por reaccionar para cambiar la dinámica. Para él, el fútbol va de dinámicas, «y al menos en estos tres últimos partidos parece que hemos conseguido sacar cosas que teníamos dentro y que por alguna razón no han terminado de salir hasta ahora», comenta el entrenador.

Misión 2: crear ilusión

Def. ‘Ilusión’: «esperanza, con o sin fundamento real, de lograr o de que suceda algo que se anhela o se persigue y cuya consecución parece especialmente atractiva«. Ese era su siguiente objetivo.

Una vez viendo la zona de descenso un poco más lejos, pero siendo consciente de que esta situación «puede durar dos jornadas», Malo de Molina asegura que tiene marcado como fin «mejorar las dinámicas del equipo en determinados aspectos». Y para ello, el torrecampeño tiene como idea implementar la ilusión como base para lograr ese cambio.

«Dinámicas en las que yo creo y considero que son fundamentales para que un equipo funcione: formalidad en los entrenamientos, compañerismo, sacrificio, respeto al club, a los rivales y a los árbitros, una idea clara de lo que queremos hacer en cada fase del juego… e ilusión, sobre todo ilusión por lo que hacemos», me explicaba el entrenador. Y es que sin ilusión todo se hace más cuesta arriba. Pero eso lo sabe de sobra Malo de Molina. «Sin ilusión es muy complicado venir a entrenar dos veces por semana, más el día de partido. Esos son mis verdaderos objetivos. Que el grupo crea en eso. Si vamos consiguiendo eso, los resultados vienen solos», afirmaba el técnico del club.

Misión 3: disfrutar

A José María Malo de Molina de galán le gusta la vida y sabe exprimir cada uno de los buenos momentos que se le presentan. Por ello, este joven de 36 años centra su forma de trabajo en «mejorar el proceso y en disfrutar el camino, de los entrenamientos y de la competición» -lo dicho, un amante de la vida-.

Asimismo, esta filosofía de vida o trabajo pretende inculcársela al equipo. Un grupo de chicos de Arjona, Andújar, Porcuna, Martos y Jaén; de lugares diferentes, pero que les une la pasión de crear un verdadero equipo y la ilusión de subir en la tabla. En este contexto, Malo de Molina afirma que «una de las claves es que entiendan que lo importante es el grupo». Y de momento parecen entenderlo, se ve en los resultados y se nota en los vestuarios, donde el entrenador asegura disfrutar «mucho con el grupo».

Un grupo, un equipo, que continúa luchando por alejarse la zona de abajo y que tendrá que seguir haciéndolo hasta las últimas jornadas. Esperemos que con ilusión.

 

 

 

 

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