La programación de este año apostó por una fórmula ya consolidada: grandes nombres del rock nacional, guiños a la nostalgia y una fuerte presencia de artistas con vínculos directos con la tierra. La velada arrancó a las 23:00 horas con los míticos Apache, cuya potente actuación no solo sorprendió a los más jóvenes, sino que hizo revivir recuerdos a quienes los escucharon décadas atrás. Algunos asistentes incluso se atrevían a afirmar que sus versiones “superaron a los originales”.

La noche continuó con Toreros con Chanclas, la divertida fusión entre Toreros Muertos y No Me Pises Que Llevo Chanclas, liderada por Pablo Carbonell y Pepe Begines. Durante más de dos horas, el humor y la complicidad con el público marcaron una actuación que se convirtió en uno de los momentos más celebrados del festival.

La clausura corrió a cargo de Embusteros, una banda especialmente querida por el público local. Su vocalista, Jose Espín, natural de Lopera, aportó una nota emocional a la jornada. Su presencia no solo fue un guiño a los orígenes del grupo, sino también una manera de acercar el festival a la juventud, apostando por sonidos más cercanos al indie contemporáneo.

La organización del festival ha expresado su agradecimiento a todos los asistentes, al pueblo de Lopera y al equipo de seguridad, que garantizó una noche sin incidentes. Tras semanas de preparación, el éxito de esta edición confirma que Lopera Rock no solo es un evento musical, sino un punto de encuentro generacional y cultural que seguirá creciendo año tras año.