El lunes, día 19, ofreció Fernando Simón una rueda de prensa en la que por primera vez se mostró satisfecho de la prevención aplicada por los ciudadanos en general durante la Semana Santa, ya que se podía temer una fuerte oleada de contagios, tal vez similar a la que originó la Navidad con sus encuentros familiares y viajes en los días de vacaciones, una ola que azotó a las personas y los hospitales duramente en enero y febrero, con más de once mil muertos. Los datos son todavía inquietantes en la provincia de Jaén –aunque hay otras muchas en peores circunstancias-. Si esta tendencia estabilizadora se mantiene y guardamos rigurosamente las medidas preventivas podremos alcanzar un objetivo que necesitamos a toda costa: salvar la hostelería y el comercio fluido en el territorio nacional a lo largo del próximo verano, algo fundamental para que la economía no se hunda en un pozo sin fondo, que es lo que ocurriría si por desgracia apareciera una ola fuerte de contagios en mayo o junio. Una vez más está en nuestras manos mantener con rigor las medidas preventivas y consumir en lo posible, sobre todo en el pequeño y mediano comercio de la localidad para dinamizar la economía, que ya está muy mal, pero un nuevo confinamiento la llevaría a la catástrofe. En estas estamos. Las reservas turísticas están creciendo, lo que es una magnífica señal. Ojalá todo vaya bien.