Jaca y Torredonjimeno, los Pirineos y la Sierra de Andújar han estrechado lazos esta semana con la llegada al pequeño pueblo de Majones, de una réplica de la Morenita que desde ya ocupa un espacio privilegiado en el altar de la iglesia parroquial del Salvador, en Majones, un pequeño pueblo al lado de Jaca, convirtiéndose así en la embajadora de Sierra Morena en el Pirineo.

La imagen ha sido donada por Concha Jiménez, jacetana de adopción y devota de la Virgen de la Cabeza, que de esta forma simbólica ha visto satisfecho el deseo de unir sus “dos tierras”: la Torredonjimeno natal y la Jacetania, donde reside desde hace años con su familia.

Concha Jiménez, que fue concejal del Ayuntamiento de Jaca, no es la primera vez que promueve iniciativas para estrechar vínculos entre Jaén y Jaca, ciudad esta última en la que existe una amplia colonia de vecinos procedentes de aquella provincia andaluza que han echado sus raíces en esta comarca pirenaica. Ya en su día, la Cofradía de la Virgen de los Dolores, la más antigua de Torredonjimeno, entregó
un manto a santa Orosia, y durante varios años el belenista tosiriano Julio Cámara Romero, ya fallecido, recreó en la iglesia del Carmen un monumental belén que fue muy admirado por los jaqueses.

Concha Jiménez aseguraba a un periódico local de la comarca jacetana que el sábado vivió una jornada “llena de emociones”, acompañada de su familia y el grupo de Amigos de la Virgen de la Cabeza en Majones, un colectivo heterogéneo del que forman parte “los amigos de toda la vida” y personas muy allegadas, como Beatriz Francisoud, vecina oriunda de Majones que desde hace años se ocupa
de dar a conocer el pueblo y su riqueza cultural a todos aquellos que lo visitan.

Concha Jiménez explica que, si bien la idea de donar la Virgen llevaba fraguándose desde hace mucho tiempo, se ha elegido este momento por el valor que tiene poder hacerlo en tiempos de pandemia e incertidumbre. “En estas circunstancias difíciles, la espiritualidad
es más necesaria que nunca; una espiritualidad que cada uno debe vivir desde sus propias creencias y sensibilidades.