Redacción || 14 de enero de 2021

Los datos preocupantes registrados en Jaén y Andalucía este miércoles han hecho saltar todas las alarmas en la comunidad autónoma. Las previsiones son de “semanas duras” y aumento considerable del número de contagios por lo que la prioridad se ha vuelto a convertir la reducción de la transmisión de la enfermedad. Con estas premisas, desde el Gobierno de la Junta de Andalucía ya se habla y se reconoce abiertamente que se tomarán medidas más drásticas e incluso se pide al Gobierno central que ordene el confinamiento en los hogares como ocurrió el mes de marzo. 

Se lo dijo ayer así, abiertamente, el consejero de Salud y Familias de la Junta de Andalucía, Jesús Aguirre, al ministro de Sanidad, Salvador Illa, en la reunión del Consejo Interterritorial: pidió poder adelantar la hora del toque de queda una hora pudiéndose quedar establecida a las 21:00 horas.

Incluso el presidente del Ejecutivo regional, Juan Manuel Moreno, anunció que el comité de expertos que asesora al Gobierno andaluz en la pandemia del coronavirus decidirá este viernes 15 “endurecer” las actuales restricciones ante el “preocupante” aumento de los contagios y de ingresos hospitalarios que se está produciendo en los últimos días en la comunidad. Habrá “medidas más restrictivas” que las que se adoptaron la pasada semana, que afectarán, con toda probabilidad, a la “movilidad” pero no explicitó si será un confinamiento por municipios o por provincias.

Aguirre señalaba que “le hemos transmitido nuestra petición de poder adelantar el toque de queda como medida de contención ante la pandemia así como herramientas jurídicas para poder llevarlo a cabo, aunque de momento no nos han ofrecido dicha posibilidad”. El consejero de Salud y Familias ha recalcado que “medidas como esa son necesarias porque estamos en una tercera ola que difiere en su virulencia con la primera y segunda” y confía en que “el Ministerio de Sanidad reconsidere la negativa”.

El consejero, además, ha pedido al Gobierno central reflexionar sobre la posibilidad de aplicar un confinamiento domiciliario ante el aumento exponencial de casos; que se priorice la vacunación de las personas mayores de 80 años en sus propios domicilios; y que se trabaje en una estrategia marco para la toma de medidas de todas las Comunidades Autónomas de la forma más cohesionada posible.