Tienes el mismo nombre que mi padre, el mismo apellido, compartimos la misma sangre, una sangre marcada por nuestro apellido “Buenaño” y que tu te has encargado de encumbrar, durante tu vida, tanto profesional como personal.

Familiares de Paco Buenaño en nombre de los que nos envían este escrito.

Te has ido de forma prematura, sin hacer ruido y en unas circunstancias de pandemia donde hasta despedirte ha sumado más dolor aún, y en este caso hablo en nombre de mi padre y de mi familia, que también es la tuya; tu primo Francisco, o como tú lo llamabas Paco, no ha podido despedirse de ti, no ha podido acompañarte en tu partida y eso ha sumado en él un dolor no conocido: no despedir a su primo hermano y muy querido por él, no acompañar a su tía Carmen, a su mujer Candi, a su primo Antonio y esposa, como a los hijos de ellos.

Veo el dolor en mi padre por tu partida y también, por no poderte despedir…; en esta situación de pandemia no han podido estar en tu despedida y acompañando a tu familia, sé que tu bondad es infinita y lo entenderás, pero necesitaba escribirte estas letras pidiéndote perdón, en nombre de mi padre y en el mío propio. 

Tu primo te quiere mucho y ese querer nos lo ha inculcado desde pequeñas a mi hermana, Manoli y a mí; tu familia de Jaén te adora y jamás te olvidaremos. Mi padre llora tu partida, desde el silencio más doloroso al igual que mi madre, que se deshace en lágrimas recordando las veces que han podido disfrutar de tu presencia. Mis recuerdos son más de la infancia que actuales, pero son tan profundos y bonitos que harán que nunca me olvide de ti, Paco.

Tía Carmen, Candi, Antonio no hay palabras, gestos o circunstancias que puedan en estos momentos aliviar el dolor de su partida, solo deciros que os queremos muchísimo y que a tan sólo unos kilómetros de Alcaudete nos tenéis para que lo que necesitéis y lo más importante: ansiamos el momento de poder abrazaros y llorar con vosotros.

Paco, gracias por tu cariño hacia nosotros, tu sonrisa, bondad y trato tan familiar, mantendrán siempre vivo tu recuerdo en nosotros. Hoy lloramos todos tu partida y si soy yo la que escribe estas letras es porque tras hablar con mi padre durante todo el día, me nacía despedirte de la mejor manera que estas circunstancias me permiten: escribiendo con el corazón a un ser tan querido como tú.

Tu primo Francisco Buenaño, tu prima Manuela Camacho, y tus sobrinas segundas Manoli y Elena (esta que escribe) nunca te olvidarán.

DEP.