Redacción || 25 de enero de 2021

Antonio Travé “El oso de Benalúa” y Tony Molina Moya llegaron a su cita con los “Viernes del Cultural” de La Carolina con el objetivo de ofrecer una noche de buena música. Sin embargo, lo que allí se vivió fue mucho más. Los músicos granadinos hicieron a todos los presentes viajar en el tiempo. Propusieron una parada en los mejores compases protagonistas de décadas atrás.

Guitarra, mucha guitarra, y el mejor de los ritmos fueron los ingredientes de una velada con mucho sabor retro, con acordes del mejor blues, folk y rock. Sobre el escenario del Centro Cultural revisaron clásicos de JB Lenoir, Pink Anderson, Skip James o Mississippi John Hurt de una forma personal y derrochando una complicidad de la que también disfrutó el público. Una propuesta acústica creada para sumergir a los asistentes en el mejor de los ambientes.

No en vano, “El oso de Benalúa” y Tony Molina Moya son “viejos compañeros de viaje” y se conocen bien. Juntos, a lo largo de los años, han unido pasión y estilos en diferentes proyectos, como Elemento Deserto, El Oso y Sus Sabandijas o los extintos Chicken Congress.

Juntos conforman una sola propuesta musical muy digna y ecléctica que parece llevar años tocándose por su maestría y buen hacer, tanto que se llevaron una gran ovación.

Su actuación se enmarca en el ciclo “Los viernes del Cultural”, una iniciativa del Ayuntamiento de La Carolina con el objetivo de ofrecer a los carolinenses una programación cultural estable y continua que va mucho más allá del cine comercial o del arte. “A pesar de la pandemia, tratamos de seguir llenando de contenido cultural nuestra agenda de manera segura”, asegura el concejal de Cultura, Marcos Antonio García.