Un año más volvemos a conmemorar el día de la celebración del referéndum sobre la iniciativa del proceso autonómico de Andalucía del año 1980 que dio autonomía plena a la comunidad andaluza.

Como andaluza de pura cepa, quiero hacer unas breves reflexiones sobre “mi querida Andalucía”

Soy y me siento andaluza de postín porque no solamente, nací, crecí y quiero morir en Andalucía, sino porque vivo siento y siempre me he sentido parte de Andalucía y uno no es solo de donde nace, sino del lugar donde se encuentra a gusto. Me encantan sus tradiciones como la feria, los caballos andaluces, un buen vino dulce o fino y vestirme de gitana, comer gazpacho y pipirrana, boquerones fritos, tortillitas de camarones, “hoyos con aceite y bacalao” o higos chumbos. Reconozco y me llena de emoción escuchar a Camarón, con la guitarra de Paco de Lucía. Me enorgullece utilizar expresiones cómo “ven paca” o “anda jomio”

Soy andaluza porque ahora contribuyo honradamente con mi trabajo e impuestos al sostenimiento y desarrollo de Andalucía.

Hay quien dice que Andalucía es infinita. Y puede que haya algo de realidad en ese lema turístico que la comunidad ha señoreado desde hace años más allá de sus fronteras. Y es que las ocho provincias del sur no son solo patrimonio y naturaleza. Sino que hay una agitada vida cultural, aunque con serias señales de mejoría

El cielo de Andalucía es un lienzo pintado de azul brillante que ilumina nuestras vidas y sus atardeceres púrpura y rosado hacen que sus mares iluminados nos trasladen a un lugar mágico. Sus montañas teñidas de nieve, sus parajes desérticos, sus verdes prados y sus pueblos blancos, junto con la abundancia de sus costas y la fertilidad de sus campos. ¡Ay mis queridos olivares!

Lugar deseado y conquistado en mil batallas nos han dejado a través de los tiempos innumerables tesoros de monumentos únicos y emblemáticos que hacen que Andalucía sea infinita y tan bonita, tan bonita es Andalucía que hasta sus rincones más inhóspitos y desconocidos son dignos del mayor galardón conocido.

Tendría muchas cosas más que decir sobre vuestra maravillosa y entrañable Andalucía, pero con los tiempos que corren, hoy por hoy, solo propongo una intensa reflexión sobre nuestro Himno:

La bandera blanca y verde, vuelve, tras siglos de guerra,

a decir paz y esperanza, bajo el sol de nuestra tierra.

¡Andaluces, levantaos! ¡Pedid tierra y libertad!

¡Sea por Andalucía libre, España y la humanidad!

Los andaluces queremos volver a ser lo que fuimos

hombres de luz, que a los hombres, alma de hombres les dimos.

Paqui Cámara